SERGIO SARMIENTO
A veces-no nos damos cuenta de lo importante que es gozar de un momento de paz.
En la historia
nacional hemos creado el mito de que los avances han tenido lugar como
consecuencia de la violencia, como las revoluciones de 1810 y 1910. No hemos
entendido que estas contiendas armadas han resultado más
bien en golpes enormes a la vida y prosperidad de los mexicanos. En cambio, la
historia oficial pasa por alto los acuerdos políticos, como el abrazo de
Acatempan, entre Iturbide y Guerrero, que son los que realmente han impulsado
al país.
La guerra y la
violencia tienen un atractivo incomprensible para personas que no las han
sufrido. La verdad, sin embargo, es que son quienes preservan la paz los que
deberíamos
admirar. Después de milenios en que las culturas, e incluso las religiones,
fueron también celebraciones de la guerra, el cristianismo, con su festejo de
la Navidad, se distinguió por su búsqueda de la paz.
Quizá
tendríamos que cambiar la perspectiva para ofrecer un canto de paz y no de
guerra. No sería mala idea.
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@sergiosarmient4